Cuando el arte llena de color las paredes de un hospital

¿Qué crees que puede ocurrir cuando las paredes blancas de un hospital dejan de serlo para convertirse en un cuento de hadas o en un mundo mágico de aventuras? En muchas ocasiones os hemos hablado del impacto psicológico y terapéutico que tiene el color y el arte. Pintar es una actividad que tanto para adultos como para niños siempre ha resultado estimulante puesto que es una experiencia de exploración y creación.
Hoy en Pinturas Lepanto precisamente vamos a hablaros de la importancia que tiene la pintura para niños y niñas que permanecen mucho tiempo hospitalizados. El arte no cura. Ojalá lo hiciese. Sin embargo, sí ayuda a mejorar la calidad de la estancia de los pacientes y sobre todo de los más pequeños.
Pasillos de carreras, un mar que tranquiliza, bosques llenos de magia... la imaginación no tiene límites. Artistas e ilustradores trabajan por amor al arte y a los enfermos creando espacios más cálidos, amables y alegres donde los problemas se evadan por un momento y dejen paso a la esperanza y a los sueños. Un espacio donde ese blanco tan aséptico no asuste, donde los pequeños dejen de mirar las jeringuillas o pensar en los goteros.
En España, existen muchos ejemplos. El más cercano lo tenemos en nuestra comunidad, en las paredes de la UCI de neonatos del Hospital Materno Infantil de Zaragoza, las cuales están llenas de esperanza y color. El arte devuelve esa ilusión y esa sonrisa de aquellos que cuando entran en un hospital, la pierden. Además, despiertan la faceta creativa y les ayuda a ahuyentar los miedos en el hospiral.
Fuente imágenes: El Español